Las Cazafantasmas: La representación importa

No tengo palabras suficientes para expresar cuánto amo la nueva película de Las Cazafantamas. Tampoco las tengo para expresar mi agradecimiento a @DelfinaPalma (nick de twitter) por descubrirme a Kameron Hurley, sin cuyo libro, “The Geek Feminist Revolution”, este post no existiría.

Y ahí, el hombre, estropeándolo todo XD
Y ahí, el hombre, estropeándolo todo XD

Todas estamos super contentas de que haya una película en Hollywood no solo con CUATRO protagonistas femeninas no sexualizadas, sino con la mayoría del reparto de género femenino, los personajes masculinos con más texto reducidos a 1) el malo, 2) el eye candy y 3) el alcalde imbécil, y una inversión de roles que desde la primera escena – la primera víctima, que de hecho huye bajando las escaleras hacia el sótano, es un hombre – deja claro que no va a dejar títere con cabeza.

Pero no me gusta tanto por el argumento – es una palomitada, al fin y al cabo, aunque eso de por sí no es malo -, sino por todo lo que conlleva el mero hecho de que exista una película así.

Esto va aquí porque HOLTZMANN
Preparaos que vienen curvas

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Voy a divagar un momento y os voy a comentar algo que me llamó mucho la atención en referencia a un videojuego que me gusta mucho: El World Of Warcraft (WoW para los amigos). En un parche de actualización del juego, no hará mucho, cambiaron el diseño de un personaje, Sylvanas Windrunner, para que la camiseta le tapara el ombligo – antes no lo hacía -. Hubo bastantes quejas – todas de hombres – sobre que las mujeres nos estábamos cargando el videojuego.

Como podéis ver, el cambio de diseño del personaje jodió totalmente la experiencia del juego. ¡Una guerrera que no enseña cacho!
Como podéis ver, el cambio de diseño del personaje jodió totalmente la experiencia del juego. ¡Una guerrera (vale, cazadora, pero me entendéis) que no enseña cacho!

Uno de los argumentos en contra de este cambio fue “siempre ha sido así y a nadie le ha molestado”.

Partiendo de que la segunda parte es más falsa que una moneda de 4 pesetas, porque a muchas jugadoras la hipersexualización de la equipación en los personajes femeninos del WoW sí nos molestaba, no se puede negar que la primera parte del enunciado es cierta. Era lo que había. O jugabas con tu pj medio desnuda, o te hacías un pj masculino, o no jugabas.

Y no solo en ese videojuego.

Y no solo en los videojuegos.

El problema con que en el ocio y en la ficción algo no aparezca es que la gente empieza a creer que ese algo no existe. Crecemos alimentándonos de historias de ficción, y esa ficción hace que veamos el mundo de un modo o de otro. Por eso nadie ve nada raro en que haya un videojuego que básicamente vaya de meterle mano a mujeres en contra de su voluntad, porque toda la ficción que consumimos nos ha modelado un mundo en el que las mujeres están en él para poder abusar de ellas, y eso sea considerado normal.

'Dead or Alive Xtreme 3', ¡ahora con un 80% más de denuncias por acoso!
‘Dead or Alive Xtreme 3’, ¡ahora con un 80% más de denuncias por acoso!

Por eso las mujeres tienden a no tener trabajos que requieran gran esfuerzo físico, y a estudiar menos carreras consideradas “de hombres”. No porque sean menos válidas. No por “biología”. Porque desde pequeñas les moldean un mundo en el que las mujeres no somos mineras sino señoritas de la cruz roja, No somos ingenieras sino secretarias. No somos médicos sino enfermeras. No somos programadoras sino amas de casa.(1) Es el modo en el que las historias nos cuentan que es el mundo, así que el mundo debe ser como nos cuentan las historias.

Por eso cambiar las historias es tan importante.

Por eso hacer una película con cuatro protagonistas mujeres es importante.

Porque la representación en la ficción importa.

Y no solo en lo que nos toca a las mujeres. La representación importa para todos los colectivos. Si no se les representa, si las historias que consumimos, que modelan el mundo tal y como lo vemos, solo contienen hombres blancos heterosexuales cisgénero, estaremos invisibilizando a la mayoría de la población mundial.

No sabremos que existe.

E ignorar a colectivos enteros de gente en situaciones de desventaja respecto a lo considerado “normal” es otra manera de perpetuar su marginación.

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Volvamos a la película, y al tema del que quiero hablaros.

Miradlas. En todo su esplendor. Son hermosas. HERMOSAS, OS DIGO.
Miradlas. En todo su esplendor. Son hermosas. HERMOSAS, OS DIGO.

Como decía, las cuatro protagonistas de Las Cazafantasmas son mujeres. Una de ellas tiene sobrepeso. La otra es de color. De hecho, y pese a que al parecer Hollywood cree que el público aún no está preparado para que les digan en voz alta la palabra que empieza por “g”, otra de ellas es homosexual, si no bisexual (estoy convencidísima de que Holtzmann y Abby son pareja, pero esto ya es solo mi opinión).

Y esta foto la meto aquí porque mola mil y porque es mi blog y pongo lo que a mi me da la gana.
Y esta foto la meto aquí porque mola mil y porque es mi blog y pongo lo que a mi me da la gana.

Pero hay gente a la que le parece que la película es racista, porque los personajes encarnados por actrices blancas tienen titulaciones superiores – creo que Abby no, pero bueno, es lo que dice la gente -, y el personaje de color es empleada de metro.

Porque al parecer darle representación en la ficción al colectivo de gente de color de Nueva York con trabajos de baja cualificación es, de algún modo… racista.

Sí, Patty, sí. Tu personaje es racista. Yo tampoco lo entiendo.
Sí, Patty, sí. Tu personaje es racista. Lo sé, yo tampoco lo entiendo.

(Tuve un rant sobre esto en twitter, así que en gran parte voy a repetir lo que ya dije, pero añadiendo algunas cosas)

En serio, por favor, no caigamos en la trampa de “es racista que el personaje negro sea el único sin titulación superior”.

Primero, porque eso de medir el valor de la gente por sus estudios o su trabajo es de un clasista que da asco. Eso vaya por delante. Y segundo, porque no es racista. Es darle visibilidad  en la ficción a un colectivo que, mira tú por dónde, no es el hombre blanco heterosexual cisgénero de clase media.

La realidad es que hay personas de color marginadas y sin estudios viviendo en EEUU. Están ahí, pero salvo para usarlas como parodia cómica, la ficción mainstream las ignora totalmente. Por lo tanto, no existen – Lo cual es irónico porque sin ellos la sociedad estadounidense se iría a la mierda -.

Existen mujeres de color con titulaciones superiores, no me entendáis mal. Y está bien que se las represente en la ficción. Igual que está bien que se represente a mujeres de color con trabajos de baja cualificación. Porque hasta que no se les de un lugar en la ficción, hasta que las historias con las que crecemos y las que nos enseñan cómo es el mundo no nos las enseñen, la gente seguirá haciendo como que no existen.

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¿Que no tengo carrera y por lo tanto no soy tan buenQUE ME VAS A COMER EL QUÉ??

El verdadero motivo por el que a la gente le pica que haya una persona de color sin estudios en la película, tratado con respeto y no como cliché cómico (eso sí sería racista, por cierto), es que les han mostrado un trocito de realidad a la que su pequeño mundo, diseñado xa “blancos con estudios”, no les tiene acostumbrados

Y eso les incomoda. Hay gente de color, con trabajos de mierda, que, eh, vale lo mismo que tú, con tu carrera y tu curro de oficina. Y que puede salvar el mundo de un apocalipsis igual de bien que una blanca con doctorado en física teórica.

No sé si estará hecho aposta, pero la escena de presentación de Patty muestra lo que estoy contando de una forma que vale más que mil palabras: La gente que pasa por el metro la ignora.
Porque es invisible.

Mira que es difícil ignorarla, con el tamaño que tiene, y lo bien que lo hacen, eh.
Mira que es difícil ignorarla, con lo alta que es, y lo bien que lo hacen, eh.

Y a Patty le da mucho igual, porque ella sabe que no es menos que ningún blanquito con chaqueta de ejecutivo(2), y de hecho es el personaje que hace avanzar la trama al comienzo de la película, y es tan válida como las otras tres con sus carreras. Porque es que lo es.

Así que podemos quejarnos de que la película visibilice un colectivo ignorado “porque poner a un negro sin estudios en una película es racista”, ignorando que lo que sucede es que nos sentimos incómodos al ver representado en la ficción un colectivo que hasta ahora fingíamos que no existía – y como nos lo han tirado a la cara ahora ya no podemos seguir haciéndolo -, o podemos aplaudir la visibilización de un colectivo marginado, y empezar a colaborar para que en el futuro se incluya a más colectivos de ese tipo en la ficción. Para que los hombres blancos con “estudios”, en sus chalets de dos pisos y con sus trabajos de ejecutivos, no puedan seguir fingiendo que no existimos. Para que toda la gente que perpetúa un mundo en el que se invisibiliza a más de la mitad de la población siga sintiéndose incómoda.

La decisión es de cada uno.

 

 


(1) Y no hay nada, absolutamente NADA malo en decidirse por cualquier trabajo, o por quedarse en casa a dedicarse a los cuidados, si es una decisión libre de cada una. Libre. No influenciada por las toneladas de sesgo sexista de los medios y las personas en el poder.

(2)La actriz Leslie Jones, que interpreta a Patty, también lo dejó bien claro en las redes sociales. Igual por eso ha sido la más atacada por las hordas de luchadores de la justicia en internet.

 


Espero que esta entrada os haya resultado interesante, y si no, como siempre, aquí tenéis un gato para compensar:

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