Este sábado fui a mi tercer taller de costura, cortesía de Trizas y Trazos – los mismos del primer taller -, en el que haríamos una mochila de tela impermeable. A mi más que la mochila me interesa seguir aprendiendo a usar la máquina de coser, y además mi experiencia en el primer taller fue muy buena, así que decidí repetir.
Para empezar, Paloma, la dueña de la tienda, que también es quien imparte los cursos, se acordaba de mi. Bueno, de mi no, pero según me vio me dijo “yo te conozco, has venido a otro curso?”. Y a mi me encanta que me conozcan en los sitios a los que voy. Manías que tiene una.
Otro punto a favor: Al ser una tienda de materiales de costura, nos dieron a elegir las telas para la mochila del surtido que había en la tienda, que tengo que decir que además de amplio era adorable. Esto es algo que eché en falta en el segundo taller al que asistí, que era en una tienda de ropa. Por eso os aconsejo que si vais a ir a algún taller de costura, elijáis uno que se de en una tienda de materiales de costura, no de ropa.
Éramos solo dos alumnas para el taller de la mochila, así que a la vez había otras dos alumnas para el curso de iniciación – ese al que asistí y que comenté en este otro post -. A las dos que estábamos para hacer la mochila nos asignó una mesa a cada una y con los patrones nos pusimos a cortar la tela.
Además de que Paloma es extremadamente agradable y se explica muy bien, el hecho de que estuviera explicándoles el taller de iniciación a las otras dos alumnas mientras nosotras andábamos haciendo nuestra cosas con las telas me gustó porque el curso inicial lo había dado hace casi medio año y no me acordaba de la mitad de lo que había aprendido. Así para cuando corté la tela y me tocó coger la máquina de coser, ya había refrescado y parecía que sabía lo que hacía 😛
¿Cositas que se aprenden en el taller? A poner imanes – no muy difícil, pero eh, se aprende -, coser bies – el reborde morado de la tapa de la mochila, que al parecer se llama así -, a hacer ojales – eso es muy importante -, a cortar la tela a partir del patrón, se practica el coser en curva por la forma de la tapa de la mochila, y bueno, el pifostio de coser juntas la tela de fuera, el forro, las asas y la tapa es MUY interesante ^^U
El taller en conjunto: Cortar la tela, coser y unir las partes, poner el imán, y sobre todo el bies y el coser el borde superior de la mochila, dan una sensación de “acabado” muy bonita. Y el orgullo de haberla hecho tú también está ahí.
Por cierto, nos llevamos los patrones a casa, así que la podemos repetir siempre que queramos. Y para un regalito una mochila hecha a mano me parece una cucada importante.
Y bueno, ya a título personal, las otras tres asistentes y Paloma fueron un amor, y no pude disfrutar más de la compañía. Espero coincidir con ellas de nuevo, y ando con un ojo puesto en la web de Trizas y Trazos para ver si hacen algún otro taller de fin de semana al que pueda apuntarme.
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Espero que esta entrada os haya gustado, y si no, como siempre, aquí tenéis un gato para compensar: